Si has adquirido un compromiso, tienes un deber.
Sólo los cobardes huyen del deber para con sus hijos, lloriqueando que han sido engatusados, engañados o manipulados por otros para hacerse cargo de la obligación que él mismo creó.
Aún si no eres amado o respetado.
Aún si eres olvidado, desplazado o marginado, culpado por pecados que no cometiste...
Debes de proveer.
Ser padre, ser protector, ser proveedor no es fácil y es probable que jamás recibas reconocimiento por ello. Pero en tus noches en vela, mientras las deudas y problemas te acechan, recuerda que es lo que un hombre debe hacer.
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