La dieta alcalina describe un grupo de dietas ligeramente relacionadas basadas en la creencia que ciertos alimentos pueden afectar laacidez y el pH de los fluidos corporales, incluida la orina o la sangre, y por eso pueden ser usados para tratar y prevenir enfermedades. Debido a la ausencia de estudios humanos que apoye algún beneficio de esta dieta, generalmente no es recomendada por los nutricionistas ni ningún otro profesional de salud.
La relación entre la dieta y la homeostasis ácido-base, o la regulación del equilibrio ácido-base del cuerpo, se ha estudiado durante décadas, aunque las aplicaciones médicas de esta hipótesis se han centrado en gran medida en el cambio de la acidez de la orina. Tradicionalmente, esta dieta ha abogado por evitar la carne, las aves, queso y granos con el fin de hacer que la orina sea más alcalina (pH más alto), cambiar el entorno de la orina para evitar infecciones recurrentes del tracto urinario (ITU) y cálculos renales (nefrolitiasis). Sin embargo, las dificultades para predecir eficazmente los efectos de esta dieta han llevado a medicamentos, en lugar de modificación de la dieta, como el método preferido de cambio de pH de la orina. La hipótesis "ceniza ácida" se ha considerado un factor de riesgo para la osteoporosis por varias publicaciones científicas, sin embargo, más recientemente, el peso de la evidencia científica disponible no apoya esta hipótesis.
El término "dieta alcalina" también ha sido utilizado por practicantes de medicina alternativa, con la propuesta de que tales dietas tratan o previenen el cáncer, enfermedades del corazón, bajos niveles de energía, así como otras enfermedades. Estas afirmaciones no están respaldadas por pruebas médicas y hacen suposiciones incorrectas sobre cómo funcionan las dietas alcalinas que son contrarias a la comprensión moderna de la fisiología humana.
Medicina alternativa
Los practicantes de la medicina alternativa que han promovido la dieta alcalina han abogado por su uso en el tratamiento de varias enfermedades médicas, incluido el cáncer. Estas ideas han sido promovidas principalmente en páginas web, revistas, correo directo y libros y se han dirigido principalmente a una audiencia profana. Si bien se ha propuesto que esta dieta puede ayudar a aumentar la energía, perder peso y tratar el cáncer y las enfermedades del corazón, no hay evidencia que apoye ninguna de estas afirmaciones. Esta versión de la dieta, además de evitar las carnes y otras proteínas, también aboga por evitar los alimentos procesados, el azúcar blanca, la harina blanca y la cafeína y puede también involucrar un ejercicio específico y regímenes nutricionales suplementarios.
Evidencia científica
Los defensores de usos alternativos de una dieta alcalina proponen que, dado que el pH normal de la sangre es ligeramente alcalino, el objetivo de la dieta debe ser reflejar esto comiendo una dieta también alcalina. Estos defensores proponen que las dietas altas en elementos productores de ácido generalmente llevarán el cuerpo a volverse ácido, lo que puede fomentar la enfermedad. Este mecanismo propuesto, en el que la dieta puede cambiar significativamente la acidez de la sangre, va en contra de "todo lo que sabemos acerca de la química del cuerpo humano" y ha sido llamado un "mito" en un comunicado por el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer. A diferencia del nivel de pH en la orina, una dieta selectivamente alcalina no ha provocado un cambio sostenido en los niveles de pH de la sangre, ni ha proporcionado los beneficios clínicos declarados por sus partidarios. Debido a los mecanismos de regulación naturales del cuerpo, cuya función no requieren de una dieta especial, comer una dieta alcalina solo puede, a lo sumo, cambiar el pH de la sangre de manera mínima y transitoria.
Otros beneficios propuestos de comer una dieta alcalina tampoco están respaldadas por la evidencia científica. Aunque se ha propuesto que esta dieta aumentará la "energía" o tratar enfermedades cardiovasculares, no hay evidencia para apoyar estas afirmaciones. Una versión de esta dieta también ha sido promovida por Robert O. Young como un método de pérdida de peso en su libro El milagro del pH. De acuerdo con la Academia de Nutrición y Dietética, partes de su dieta, tales como el énfasis en el consumo de verduras de hoja verde y el ejercicio probablemente sería saludable. Sin embargo, la "teoría oscura" en la que se basa su dieta y su dependencia en complicados regímenes de ayuno y suplementos alimenticios significa que esta dieta "no es una forma saludable de perder peso". También se ha propuesto que el ácido causa artritis reumotoidea y osteoartritis y que se puede utilizar una dieta alcalina para tratar estas condiciones. No hay evidencia para apoyar esta propuesta.
Se ha propuesto medir la acidez urinaria y/o salival como una manera de medir el nivel de acidez del cuerpo y por ello el nivel de riesgo para las enfermedades. Sin embargo, no existe una correlación entre el pH urinario medido en "kits de prueba" domésticos y la acidez del cuerpo.
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